¿Cómo adoptar?

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22 de mayo de 2013

Te presentamos a Juana (Adoptada!!!!)

Juana, también conocida como Rosey, tiene un año aproximadamente. Está castrada y vacunada, y pronto vamos a volver a desparasitarla pero ya está lista para ser adoptada e irse a un hogar.

Su historia es bastante triste. Ella fue adoptada de la Prote cuando era muy muy bebita y vivió durante casi un año con su familia humana y fue súper feliz. Fue súper feliz hasta que su familia se encontró con problemas que no pudo resolver o que no supo cómo manejar y volvió al salón de Gatitos de la Sarmiento. 

Los motivos de su vuelta no tuvieron nada que ver con ella, ni con su salud ni con su comportamiento (cosa que tampoco sería justa pero vale aclarar que no fue el caso). Fueron cuestiones personales de la familia y nos hicimos cargo porque, aunque la solución no tendría que haber caído en nuestras manos, quisimos ayudar a Juana en este momento tan difícil que le está tocando vivir. 

Juana está requete enojada y frustrada. Muy. Muchísimo. Y es lógico: después de vivir durante un año rodeada de amor, en una casa y ser híper feliz, de un día para el otro apareció en una jaulita, sola, con muchos otros gatos de vecinos y lejos de las personas que ella adoraba y con las que compartía su vida. Ella es y siempre fue una mimosa buena onda y esa parte de su personalidad sigue estando solo que un poco escondida debido al dolor y al desconcierto que está viviendo.

Por momentos se ataca y manifiesta su tremenda angustia: sopla, grita, se enoja y ataca. Pero después de eso pide mimos y ronrronea. Dadas las circunstancias, todo este comportamiento es súper lógico. Lo importante es que más allá del enojo, sigue siendo esa gatita buena, mimosa y querendona que siempre fue. 

Este caso amerita más que nunca una adopción re comprometida. Una adopción llena de amor, de cariño y de paciencia. Juana es una divina pero todo este traqueteo la tuvo y la tiene a maltraer. Necesita que la entiendan y le den su espacio y su tiempo para relajarse, volver a confiar y volver a ser esa gata que siempre fue. Es cuestión de que afloje, de que se sienta segura nuevamente, de que sea contenida y vuelva a tener el calor de un hogar, cosa a la que está acostumbrada.


¿Podés ver más allá? ¿Querés darle una oportunidad? ¿Tenés mucho amor y paciencia para dar? Juanita amerita una acción de amor incondicional. 

Si querés conocer a esta belleza y devolverle eso que siente que perdió, si querés llenarla de amor, si querés demostrarle que puede volver a confiar y volver a ser feliz, escribinos. Nosotras te aseguramos de que no te vas a arrepentir.

¡Juana te espera!








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