Sol es un gato adulto de apróximadamente nueve años. Durante sus primeros siete años de vida vivió muy feliz en un hogar junto a su papá humano que lo amaba con toda el alma. Pero un día ese señor que tanto lo cuidaba falleció y su familia no pudo o no quiso hacerse cargo de Sol, que entonces ingresó a la Protectora.
Imaginen la situación de ese gatito: un día estaba en su casa calentito, mimado, cuidado, y de un día para el otro empezó a vivir en una jaula. ¿Cómo explicarle lo que había pasado? Era imposible hacerle saber que su papá no lo había abandonado, que había fallecido y que la vida lamentablemente es así, nos pone en esas situaciones.
Sol se mostró triste y enojado durante bastante tiempo, y era lógico. El desconocía lo que había sucedido y las voluntarias de la prote éramos las que lo habíamos puesto en esa jaula y lo manteníamos ahí: lejos de su casa y de su papá. Lo que él no sabía es que era por su bien y que mientras tanto, le estábamos buscando como locas un nuevo hogar para que tuviera una nueva oportunidad de ser feliz.
Los meses pasaban y Sol nos seguía gruñendo cuando nos acercábamos a él para hacerle mimos. No tenía ganas de que lo tocáramos. Estaba dolido y desconfiaba. Pero no nos dimos por vencidas. Un ratito cada día, alguna o varias voluntarias hacían el intento de acercarse y de demostrarle su amor. Y como siempre decimos en la prote, todo lo que se hace con buena intención, con amor, con convicción y con buena energía, tiene buenos resultados.
Un día Sol dejó que le tocáramos la cabecita. Otro día el cuello. Otro día un ratito más largo. Otro día no nos gruñó cuando nos acercamos y ahora, si bien todavía pone sus límites y no son demasiado largas sus sesiones de mimos, hasta nos lame las manos cuando le damos cariño.
Sol podría definirse como un gato complicado y puede que lo sea, pero esa no es su esencia, su carácter es consecuencia de la mala pasada que la vida le jugó. Todo lo que necesita para volver a confiar cien por ciento en las personas y para volver a ser quien era, es un hogar con una familia que lo ame y cuide de él como se merece. Tiene ganas de recibir y de dar amor, nos lo demuestra todos los días. Sus ojitos piden que no nos rindamos con él y no pensamos hacerlo.
Este gatito tan hermoso está esperando hace casi dos años esa oportunidad y queremos dársela. Ayudanos a difundir su historia, a encontrar a ese adoptante especial que seguramente también lo está buscando a él.
No hay animales complicados, hay animales con historias súper tristes pero que con amor se recuperan y salen adelante.
Gracias por difundir :)
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