Ayer
a la noche Dominga nos dejó. Esa fue la noticia con la que los
voluntarios del Salón de Gatitos de la Sarmiento empezamos el día. Una
tristeza muy profunda nos invadió a todos: Dominga era, sin lugar a
dudas, una de las gatas más queridas del salón y de las preferidas de
muchos.
Ella era súper especial: una señora mayor, con mucho carácter. Celosa a la hora de los mimos. Cuando algo no le gustaba, te lo hacía saber. Era ultra amorosa y siempre estaba en la búsqueda de afecto.
Paseaba y mucho por el salón de gatos con su oreja mocha característica. Le gustaba tomar sol en verano y descansar en su almohadón de animal print. Dormía siestas abrazada a los voluntarios y robaba comida cada vez que podía.
Ayer a la noche su luz se apagó. Domin sufría de una enfermedad irreversible y durante los últimos meses la peleó y rockeó como pocas veces se ha visto. Hasta el último momento, los voluntarios no perdimos la esperanza de que ella encontrase un hogar. Sin embargo no lo encontró y hasta el último día la Prote Sarmiento fue su hogar y los voluntarios su familia.
Su partida nos llena de tristeza, pero nos abre la esperanza y el corazón para seguir luchando por las adopciones "especiales": esas adopciones de animales mayores o viejitos, enfermos, de aquellos que la sociedad rechaza por una condición física. Esperemos que lo que queda de este 2012 encuentre hogar para Valerio, para Mole y para Sol.
Desde ayer a la noche hay una nueva estrella en el cielo. Hasta siempre Domin, te queremos muchísimo porque dejaste una huella en todos nosotros.
Los voluntarios de Gatitos de la Sarmiento.
Ella era súper especial: una señora mayor, con mucho carácter. Celosa a la hora de los mimos. Cuando algo no le gustaba, te lo hacía saber. Era ultra amorosa y siempre estaba en la búsqueda de afecto.
Paseaba y mucho por el salón de gatos con su oreja mocha característica. Le gustaba tomar sol en verano y descansar en su almohadón de animal print. Dormía siestas abrazada a los voluntarios y robaba comida cada vez que podía.
Ayer a la noche su luz se apagó. Domin sufría de una enfermedad irreversible y durante los últimos meses la peleó y rockeó como pocas veces se ha visto. Hasta el último momento, los voluntarios no perdimos la esperanza de que ella encontrase un hogar. Sin embargo no lo encontró y hasta el último día la Prote Sarmiento fue su hogar y los voluntarios su familia.
Su partida nos llena de tristeza, pero nos abre la esperanza y el corazón para seguir luchando por las adopciones "especiales": esas adopciones de animales mayores o viejitos, enfermos, de aquellos que la sociedad rechaza por una condición física. Esperemos que lo que queda de este 2012 encuentre hogar para Valerio, para Mole y para Sol.
Desde ayer a la noche hay una nueva estrella en el cielo. Hasta siempre Domin, te queremos muchísimo porque dejaste una huella en todos nosotros.
Los voluntarios de Gatitos de la Sarmiento.
Muy triste....
ResponderBorrarDominga me hubiese encantado conocerte!
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