Hace una semana y media nos dejaron
abandonados en la puerta de la Prote (de ahí que celamos tanto la
locación cuando citamos gente) dos gatunos divinos de 3 meses y medio
aproximadamente. A Clarrie la dejaron en una cajita. Eric sin embargo
estaba suelto (?). Milagrosamente no se fue corriendo ni cruzó la calle
(con los peligros que esto amerita, y con los colectivos a medio metro)
y pudimos agarrarlo enseguida. Ambos estaban muy lastimados por lo que a
la media hora estaban ya de urgencia en la clínica veterinaria. A
Clarrie le diagnosticaron sarna, leve… pero sarna al fin. Eric tenia una
herida en el cuello y la nuca infectadísima (cuando lo encontramos
estaba en carne viva la zona) y un complejo respiratorio que no parecía
importante pero el cual fue inmediatamente medicado. A los dos, clínicos
y hasta dermatóloga de por medio les comenzamos los tratamientos
correspondientes. Eric, sobre todo, respondía muy bien a los mismos. A
los 3 días la herida ya estaba sanando y se lo veía, siempre mimoso,
siempre genial, siempre ronroneando… muy animado.
El día
jueves, un día muy complicado en el que llevamos 2 gatitos al
oftalmólogo y otros 2 al traumatólogo, lo notamos agitado y con
dificultad para respirar. Después de toda una tarde en la clínica, al
verlo tan extraño y medio caído, ni lo dudamos… nos volvimos a la sala
de urgencia pero esta vez con el bebote lindo. Tras una placa, nos
informaron que Eric tenia una mancha importante y peligrosa en el
pulmón. Comenzamos entonces un nuevo tratamiento y se fue en tránsito a
lo de Pao. A partir de allí, y luego de varias consultas más desde el
jueves, Eric venía evolucionando bien, contenido en una casa, lejos de
cualquier stress, cuidado de cerca por nuestra voluntaria… hasta esta
madrugada en la que tristemente su pulmoncito colapsó de forma
sorpresiva. Se hizo todo lo posible e imposible pero llegó ya fallecido a
la clínica. El motivo fue una cardiopatía y por consecuencia un edema
pulmonar, que a pesar de los antibióticos, diuréticos y los cuidados
personalizados, evidentemente estaban ambos, demasiado avanzados.
Nos partió el corazón y estamos muy pero muy tristes. No podemos
adivinar y jamás sabremos que fue lo que le pasó a este precioso… qué
vida vivió… de donde salió… quién lo dejó en nuestra puerta… porqué
llegó tan herido, tan lastimado. Pero sí podemos asegurar un par de
cosas. La calle constituye un importante peligro para todos los animales
(estar en la calle no es vivir en "libertad"), ningún bichito se merece
correr este riesgo a ninguna edad y de ninguna manera, abandonar en la
puerta de un refugio no hace al que abandona mejor persona (aunque se
sienta ridículamente bien consigo misma) y por último: lo animales nos
enseñan tremendas lecciones… Eric llegó muy maltratado y enfermito, pero
desde el primer día nos mostró un amor tan grande y una confianza tan
pura (aún cuando le limpiábamos la herida o lo medicábamos) que nos
estrujaba el espíritu. Estamos como el día, grises y pesados. Nos queda
la esperanza que algún día esa lección tan importante nos llegue
profundo y nos cale de verdad el alma.
Gracias Eli y gracias
Barbie por las corridas a la clínica el primer día y el último. El salón
si bien cansado por tantas emergencias, está muy atento y despierto.
Pero sobre todo, gracias Pao por abrir una vez más tu casa con tanto
afecto y compromiso para el pequeño.
Hoy llora el cielo, porque sube una nueva estrella. Eric, que tengas un muy buen viaje... te llevaste un pedacito de todos nuestros corazones bombón.
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