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25 de noviembre de 2012

Buen viaje, Bizni

Con mucha tristeza, esta vez les escribimos para contarles que falleció Biznikke.

Nuestro gatito color caramelo llegó a la prote con algunas molestias. Al principio todo indicaba que no era nada demasiado grave y fue tratado acorde a los problemas que manifestaba. Y durante un tiempo evolucionó, se lo vio mejor y recuperándose, pero luego volvió a decaer y a pesar de haber recorrido guardias y veterinarios, no hubo vuelta atrás. Bizni tenía display: haemmobartonella, hepatitis, anemia, problemas renales y tumores en el hígado y en los intestinos que no eran operables.

Después de agotar hasta el ultimo recurso, decidimos junto a los vetes que lo mejor para este hermoso gatuno era un tránsito definitivo para que pudiera estar tranquilo, vivir en paz sus últimos meses y recibir no solo amor, sino ese calor de hogar que claramente nunca había tenido.

Y allí apareció Laura como una de las protagonistas fundamentales de esta historia. Laura, voluntaria de la prote, abrió su corazón y su casa para Bizinikke. Gracias a ella, nuestro caramelito durmió cómodo en una cama, jugó con sus propios chiches, hizo mucho lío y travesuras, tuvo hermanos gatunos, comió rico y abundante, y recibió el amor y el cuidado de una familia que lo quiso con todo su corazón.

Gracias a ese tránsito que se convirtió en adopción, Bizni vivió dos meses más y dos meses de lujo. Seguramente él se merecía años de esa vida pero su salud no lo permitió y nos reconforta que se haya ido habiendo tenido un hogar cariñoso y lleno de besos y abrazos.

Nuestra labor tiene momentos tristes y sabores amargos, y pese al esfuerzo que es mucho, los finales no son siempre felices. Pero afortunadamente podemos rescatar cosas maravillosas de esta historia: en primer lugar, haber conocido a ese gato hermoso que fue Biznikke, y en segundo lugar, la lucha que se peleó y la enseñanza que nos dejó Laura, quien abrió su corazón y las puertas de su casa para darle a un gato enfermito la oportunidad de ser amado y cuidado como se merecía. Laura sabía que Bizni tenía que partir y que no tenía mucho tiempo, pero aún sabiendo que iba a sufrir ese dolor, lo recibió con los brazos abiertos y le entregó su corazón.

Gracias Laura por haber cambiado la vida de Biznikke sabiendo que a la larga iba a doler, gracias por tu generosidad incondicional, gracias por no fijarte en la cantidad de momentos sino en la calidad y gracias por este acto enorme de amor que esperamos también sirva de ejemplo para muchas personas con ganas de ayudar.

Gracias voluntarios, y a vos, Bizni, buen viaje... hacia el universo y más allá!



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