Fue en la Edad Media que empezaron las leyendas sobre los gatos negros: se los relacionó con la brujería y con el mal porque creían que estos gatitos eran brujas transformadas. La Edad Media fue una época en la que muchos países lucharon contra el paganismo pero la verdad es que muy lejos quedó la creencia en las brujas y su matanza, y sin embargo algunas personas se quedaron con estas ideas en su cabeza. Pero son simplemente eso: mitos y leyendas que pertenecen a otra época muy lejana y que nada tienen que ver con la realidad. De hecho, en los países donde se mantiene la creencia de que los gatos negros simbolizan a la mala suerte, jamás se ha luchado contra el paganismo.
En el Antiguo Egipto los gatos negros eran sagrados y adorados y los relacionaban con el culto a la diosa Bastet. Matarlos era una crimen capital y cuando el gato de una familia moría era momificado y la familia entraba en luto. Los romanos también los consideraban sagrados y por eso los introdujeron en Europa.
En la Inglaterra victoriana se consideraba que si los recién casados se cruzaban con un gato negro su matrimonio sería próspero y los marineros aseguraban que tener un gato negro a bordo traería buena suerte. De hecho sus mujeres solían tener uno en sus casas para asegurarse que sus maridos regresaran luego de las largas travesías.
En Escocia hoy en día un gato negro en la puerta de una casa simboliza prosperidad y en Gran Bretaña e Irlanda significan buena suerte.
Pero la verdad es que el color de un gatito es lo que menos importa porque todos ellos son seres sintientes y por el simple hecho de ser animales hermosos, buenos, guardianes y fieles llenarán tu vida de buena suerte, amor, alegría y prosperidad. Además a los amigos no se los elige con los ojos, se los elige con el corazón.
¿Querés buena suerte? ¿Querés formar un hogar? ¿Querés un/a compañero/a para toda la vida? ¡Adoptá un gatito! Y si sos superticioso/a, ¡adoptá un negrito! Te presentamos algunos de los negritos de la Sarmiento.
(Adoptada)
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