Moro llegó de la mano de proteccionistas independientes que nos pidieron ayuda. Resulta que un persona cruel, sádica y cobarde se divertía con un rifle de aire comprimido y su target eran los gatitos. Moro fue víctima de esta persona y estuvo herido, luego internado bastante complicado hasta que por fin le dieron el alta y pudo ingresar al salón de Gatitos de la Sarmiento.
Llegó lógicamente enojado, molesto, frustrado y asustado. No era para menos. Al principio no nos dejaba acercanos a su jaulita ni siquiera para alimentarlo, pero nos fuimos arreglando para desparasitarlo, despulgarlo y generar cierta confianza. Desde hace unos meses, aun con temor, nos dejar estar a su lado, conversarle y alguna que otra vez pudimos tocarlo. Pero eso sí: su desconfianza es con los humanos: le encanta charlar con los otros gatitos del salón, se lleva muy bien. Y otra cosa que le gusta es jugar con su pelotita.
Moro es un gato adulto, tendrá tres o cuatro años. Está castrado y es sensible al polvillo y los ácaros (a veces tose). Es gigante, súper peludo y tiene todo el potencial para ser un gran compañero. Es un gatazo, un sobreviviente y con todos sus avances nos demuestra que con tiempo y paciencia va a volver a confiar, que tiene ganas de amar y de ser amado y que también puede convertirse en un minimo sociable.
Necesita entrar en confianza y recibir mucho mucho amor. Necesita olvidar el pasado de maltrato y dolor en un hogar donde lo contengan y le den su tiempo. Los cambios que se han logrando con amor son increíbles y creemos que así será el caso de Moro.
Si querés ser la persona que le de a Moro su oportunidad, que le haga olvidar de las cosas malas que vivió con toneladas de amor, escribinos a gatitosdelasarmiento@gmail.com
¡Queremos un hogar para Moro! ¿Nos ayudás a difundir?
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