Arrancamos la semana con muchas emociones y una GRAN noticia.
Esta es la historia de Petri, ahora Pedri, un gatito precioso, mimoso y gris terciopelo con muchas ganas de salir adelante.
Petri llegó a la Prote muy malherido, desnutrido y maltrecho. Lo rescató Agostina, una de nuestras voluntarias, que instantáneamente se convirtió en su madrina personal. Sus dos patitas izquierdas estaban destrozadas y tenía una infección severa en ambas extremidades. Si bien nuestra primera idea fue albergarlo en la Protectora, no pudimos ingresarlo porque Petri requería cuidados especiales para recuperarse: medicación, observación las 24hs, un lugar muy tranquilo y curaciones tres o cuatro veces por día. Afortunadamente, contamos con los corazones enormes de Agostina, su hermana Julia (también voluntaria de la Prote) y Cibeles (amiga del salón gatuno) que lo cuidaron, lo mimaron y le dieron tránsito y un seguimiento minucioso.
Gracias al amor, la generosidad y sensibilidad de estas personitas, más la fuerza de Petri, el señorito nos fue sorprendiendo semana a semana. Hasta su veterinario personal estaba super contento y asombrado. Las patitas que creímos que iban a tener que ser amputadas, cicatrizaron perfectamente... ¡y en tiempo record! Las infecciones, que eran terribles, se curaron. El tejido comprometido se regeneró. Ganó peso y su pelo se puso brillante y suave. En conclusión, este gatito precioso, se hizo fuerte como un toro.
Tanto amor, tango esfuerzo, tanta paciencia y buena onda, dieron sus frutos. Petri no solo movilizó si no que también conquistó corazones profundamente. Y así fue que estando cuerdísimo, listo para ingresar a la Prote y para ponerlo en adopción, su madrina de tránsito, Cibeles, de repente nos planteó la genial y amorosa idea de que se quedara definitivamente con ella, en su casa.
Nuestra alegría fue y es inmensa, y queríamos compartirla con ustedes.
Petri con Agostina, su rescatista y madrina, y Cibeles, su mamá.
¡Me alegro mucho por PEDRI! Ojalá que el resto de su vida siga siendo tan buena como en este momento. Así que Pedri ¡cuidado con las aventuras!
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